Me duele el corazón y éste no sana con risas sino con caricias.
Todo lo que necesito es la garantía de que, aunque estén separados, aunque, digan que ya no se aman, aunque no busquen ayuda adecuada, ninguno de los dos me abandonará
Díganme con palabras y actitudes que puedo seguir amándolos a los dos y ayúdenme a mantener una relación estrecha con ambos.
Después de todo, fueron ustedes quienes se escogieron mutuamente como mis padres, aquellos que se enamoraron y dejaron caer el amor, por no sembrar día a día
No me pongan de testigo, de árbitro ni de mensajero en sus peleas y conflictos.
Me siento utilizado y responsabilizado por arreglar un problema que no es mío.
Tengan en cuenta que todo lo que hagan para perjudicarse mutuamente, quiéranlo o no, en primer lugar me lastimará personalmente a mí.
No se critiquen ni se menosprecien delante de mí, así todo lo que digan sea la verdad.
Entiendan que por malos que hayan sido como esposos, son mis padres y por lo tanto yo necesito verlos a ambos como lo máximo y el mejor regalo que me pueden dar es AMARSE y demostrar su amor mutuamente y dar la oportunidad a Dios que los restaure personalmente, sacando lo que creen tener de malos.
No peleen a ver cuál se queda conmigo, porque no soy de ninguno, pero los necesito a los dos. Recuerden que estar conmigo es un derecho, no un privilegio que tienen ambos y que tengo yo.
No me pongan en situaciones en que tenga que escoger con quién irme, ni de que lado estoy.
Para mi es una tortura porque siento que si elijo a uno le estoy faltando al otro, y yo los quiero y los necesito a los dos.
Díganme que no tengo la culpa de su separación, que ha sido su decisión y que yo nada tengo que ver.
Aunque para ustedes esto sea obvio, yo me culpo porque necesito conservar su imagen intacta, y por lo tanto, el único que puede haber fallado debo ser yo.
Entiendan que cuando llego furioso después de estar con mi padre/madre, no es porque él/ella me envenene sino que estoy triste y tengo rabia con ambos porque ya no puedo vivir permanentemente con los dos, porque dejaron perder el Amor, la Esperanza y la Fe (1Co 13)
Nunca me incumplan una cita o una visita que hayan prometido.
No tienen idea de la ilusión con la que espero su llegada, ni el dolor tan grande que me causa ver nuevamente que han fallado.
No me pidan que sirva de espía ni que les cuente cómo vive o qué hago con mi madre o mi padre
Me siento desleal para con él o ella y no quiero ser un soplón.
No me utilicen como instrumento de su venganza, contándome todo lo "malo" que fue mi padre/madre.
Lo único que con seguridad lograrán es que me llene de resentimiento contra quien trata de deteriorarme una imagen que necesito mantener muy en alto.
Recuerden que están sembrando odio en quien no debe y este odio lo llevaré conforme crezca y lo transmitiré cuando me case.
Asegúrense que comprendo que aunque ustedes decidan erróneamente que su relación matrimonial haya terminado, nuestra relación es diferente y siempre seguirá vigente, siempre serán mi Padre o mi Madre.
Recuerden que aunque la separación pueda constituir para ustedes una oportunidad para terminar con un matrimonio desdichado o para establecer una nueva relación, para mí constituye la pérdida de la única oportunidad que tengo para criarme al lado de las personas que más amo y necesito: mi papá y mi mamá.
Recuerden que lo mejor que pueden hacer por mí, ahora que según ustedes, ya no se aman, es respetarse mutuamente e intentar cada día sembrar amor entre ustedes para un futuro en familia.
Papi y Mami si después de leer aún mi carta, siguen pensando separarse, verdaderamente no me aman.